Ideas escondidas. Pendientes del pasado.

Cuando estoy mucho rato buscando y buscando blogs, me doy cuenta que en el fondo es porque hay una idea en mi subconsciente y que inútilmente intento encontrarla en otra parte, cuando debiera ver forma de hacerla salir a la luz.

Creo que es como timidez conmigo mismo. No querer reconocer cosas, o asumir cosas. Asumir que quiero hacer cosas. Y no lo quiero asumir porque no quiero asumir el riesgo de fracasar. Pero hay un proyecto en mi mente, o quizá varios, y creo que la única forma que me sentiré realizado es haciendo que salgan a la superficie y dándoles curso.

Vamos a ver si sacamos algo en limpio.

Me voy a ir por la tangente, pero creo que rodeando me iré acercando al centro.

Tiene que haber interacción social. No sólo conmigo, sino entre distintas personas. Quiero crear una instancia de interacción, de enriquecimiento personal mutuo. Sin embargo, mis habilidades sociales no son tan buenas como quisiera. Tengo algunas, pero temo que no son suficientes para la envergadura de lo que me gustaría realizar, aunque todavía no tengo una idea clara de qué es.

Hoy preparé una carta. Me disculpan, pero no la voy a transcribir. En todo caso, sí les puedo decir que es una carta a una persona a quien hice mucho daño, me porté muy mal con ella. Y no sólo con ella, sino con toda su familia. Nunca le volví a hablar, no le di una explicación ni nada. La ofendí groseramente y adopté una actitud indiferente. Fue feo, muy feo. Fue hace muchos años, pero me sigo acordando. No busco su perdón, pero sí decirle que lamento tremendamente mi actuar, que ni ella ni su familia se merecían ese trato, pero que en ese momento no fui capaz de comportarme como ellos se lo merecían, especialmente con el cariño que ella me tenía y lo generosa que había sido conmigo.

Se suponía que este blog era para mirar hacia adelante, pero hay temas del pasado tendré que incluir en agenda para poder desembarazarme efectivamente de la mochila y poder emprender mi presente y mi futuro. Tampoco voy a dejar de avanzar en temas nuevos. Tendrán que ir en paralelo.

No sé si aún viva en la casa de aquel tiempo. No sé si se habrán mudado o si ella se habrá ido a vivir por su cuenta, se habrá casado o quizá en dónde esté. Voy a tener que averiguar eso, porque tengo que hacerle llegar la carta. Escribirla fue una catarsis importante, pero sólo entregándola se completará el ciclo, se cerrará el capítulo.