Socializar sanamente

A veces puedo ser super sociable, típicamente hago un chiste o comento algo gracioso, con eso sale alguna sonrisa y así los ánimos se relajan, la gente se suelta y comienza a compartir. Pero otras veces me quedo como una piedra, absolutamente callado y corporal y facialmente parco. Me cuesta tomar la iniciativa, salvo que la situación tenga un propósito previo. Por ejemplo, en el trabajo no tengo problema en abordar a la gente, y de buena forma, generando relaciones cordiales y motivadas. Pero en otras circunstancias soy inepto.

Tengo la intención de conocer más gente, pero no sólo a través de la blogsfera. Digamos que necesito conocer gente que no me conozca tanto en ámbitos tan íntimos. Me gusta la música, podría ir a pubs u otros locales en que haya conciertos. Pero he ido en el pasado, y me he comportado tan parco como siempre. Bueno, pero en ese entonces no tenía la intención de conocer gente, todo lo contrario. Ahora sí la tengo, pero persiste la timidez, la falta de tema de conversación que no sea trabajo. Ese es el punto: no tengo tema, para nada. Me enrollo, vueltas y vueltas, y no salgo de ahí.

Mi doc acusó el golpe. Aún no ha leído mis escritos, pero le comenté en forma resumida. Y entonces me planteó que no lo fuera a ver sino hasta que haya completado ciertas tareas: tomar un trabajo y ampliar mi círculo de amistades, buscando específicamente alguna mujer que me resulte atractiva físicamente y tenga una forma de ser con la que logre engranar.

Bueno, al menos ahora no puedo decir que estoy botando plata demás. Nuevamente me devolvió la pelota, pero, hey, no puedo pretender que él resuelva todo con una varita mágica. Es claro que soy yo el que tengo que actuar.

Me preocupa el feedback que me dieron, que utilizo a las personas. Y me di cuenta que es verdad. Lo hago con o sin darme cuenta. Y eso no puede generar relaciones sanas. Pero es mi afán por tener el control, y mi egoísmo extremo. Creo que es muy importante que trabaje en corregir esto.