The Time is Now

2005/12/18

Una dura lección

Me dieron filo, por mal amigo, y estoy de acuerdo que hice mérito de sobra, y también llegué a entender que el que me dieran filo era la única opción correcta, porque así me lo hicieron ver.

Este post no pretende despertar la compasión de quienes lo lean, sino registrar una de las experiencias más aleccionadoras de mi vida.

Es muy doloroso, me siento como la mierda, pero conmigo mismo, porque al amigo que perdí no tengo absolutamente nada que reprocharle, todo lo contrario.

Y me dijo que podríamos llegar a reconstruir la amistad una vez que yo aprendiera efectivamente a comportarme como un amigo, y no sólo eso, como un buen amigo, un muy buen amigo, porque él no se merece menos.

No quiero decir que no tenga idea de cómo ser un buen amigo, porque creo que alguna idea tengo, pero a pesar de ello, a fin de cuenta en la práctica priman mis trancas, mi egoísmo y mi paranoia.

El 99% de las veces que dejé de tener contacto con amigos o conocidos, fue porque yo lo decidí, porque yo regulaba la situación, porque era yo quien supuestamente tenía el control. Y aquí no fue así, y aunque pensé que no sería tan doloroso, lo fue, mucho más, pero espero que al mismo tiempo eso me sirva para realmente aprender la lección y realmente cambiar mi actitud. Porque amigos como el que perdí no se encuentran a la vuelta de la esquina (y esta frase es de Forest Gump), y perderlos por no tratarlos como se merecen creo que es de los peores errores que se pueden cometer en la vida.

Al mismo tiempo, me alegro que mi amigo haya tenido la visión de tomar la decisión que tomó, porque ya había tenido una experiencia similar y de ella aprendió que soy yo quien debe tomar las riendas y producir el cambio de actitud, que él no me puede ayudar en eso, y que la vez anterior quedó muy mal por intentar ayudar a otra persona con actitud similar a la mía. Así que me alegro que haya tenido la madurez para manejar las cosas como lo hizo.

Sólo me queda agradecerle por todo lo que hizo por mí y lamentar lo mal que me porté yo con él, y espero que realmente me sirva de lección, y ojalá llegue yo algún día a ser realmente un buen amigo y entonces poder ofrecerle mi amistad, para yo poder volver a disfrutar de la suya, que fue tremenda...