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2005/12/15

Identidad y cultura

Identidad. Cultura. Sí, son conceptos fuertes, con los que quizá nos sentimos incómodos en algunos casos. Yo, por ejemplo, no me siento parte de la llamada cultura gay, como tampoco Sinister. Yo no siento que gay sea parte de la identidad, sino que es algo circunstancial. Pero al mismo tiempo pienso, qué sé yo, si nazco moreno o si nazco rubio o si nazco asiático o si nazco negro, ¿acaso no es correcto decir SOY moreno, SOY rubio, SOY asiático o SOY negro? Porque hay mucho debate respecto de si un gay nace o se hace. Muchos dicen que en realidad lo gay siempre estuvo ahí, sólo que no se habían dado cuenta. Y entonces pienso, un ejemplo tonto, pero creo que de todas formas decidor: ¿y la gente que se tiñe el pelo o se lo aclara o lo que sea, acaso están “negando su identidad”? Ya me referí a Michael Jackson, así que sólo lo menciono.

Independiente de si uno nace o se hace, uno es en la circunstancia en que se encuentra. O sea, por ejemplo, yo podría llegar a ser diabético o ser alérgico o ser un músico destacado o un trapecista, qué sé yo. Podría haber nacido pobre y “sería” pobre, podría haber nacido en otro mes y “sería” de otro signo, si hubiera tenido una mala educación, “sería” un mal educado (ok, quizá soy mal educado a pesar de haber recibido una buena educación). El punto es si uno está de acuerdo con la circunstancia en que está. Así que ya no me voy a enredar en semántica. Si el sentir atracción sexual por los hombres me hace “ser” un gay, pues soy gay, pero el punto es que no me acomoda la situación.

En cuanto a la cultura, en cierto grado coincido con Sinister. Sinister tiene una pareja estable, no estoy revelando nada nuevo, está dicho en su blog. Yo me he resistido a tener una relación afectiva y sexual con hombres, más allá de un trato amistoso (no quiero decir amistad porque ya he dicho cuanto dudo de poder llegar a comportarme como corresponde para ser considerado amigo de alguien). Creo que esas decisiones nos diferencian, pero seguimos teniendo en común la atracción sexual hacia los hombres.

Ahora, ¿es la atracción sexual acaso como pertenecer a un partido político, en que uno se adscribe a un código valórico y de conducta? No, no lo creo. No se podría decir que todos los gays comparten la misma escala valórica. En ese sentido quizá no son una cultura. Pero, por ejemplo, de los negros, los asiáticos, los rubios y los morenos tampoco se podría decir lo mismo. Sin embargo, usualmente se alude a la cultura asiática o a la cultura negra, y, para qué estamos con cosas, muchas veces en un grupo de gente heterogénea, se tienden a formar subgrupos entre las personas de raza o facciones similares. Podrán llamarlo prejuicio, pero en la práctica ocurre.

Así que no creo que sea incorrecto referirse a la cultura gay, pero ello no necesariamente establece límites o directrices respecto de los valores y los intereses de quienes compartimos esta condición. Sin embargo, en la medida que se comparte una condición, estadísticamente es probable que se puedan establecer ciertos patrones que, nuevamente, no son atributos que sean compartidos por todos, pero que estadísticamente se encuentran con mayor o menor presencia. Si se comparte una condición, a pesar de muchos otros factores que pueden incidir en la forma de ser y en el comportamiento, es probable que se puedan identificar patrones estadísticos y asociarlos a esa condición. Qué sé yo, por ejemplo, el hecho de ser soltero (me refiero al matrimonio convencional, no al convivir) y sin hijos, situación en la que creo que están la mayoría de los gays, junto con estudios técnicos o profesionales (que en mi caso están incompletos, para ser preciso) hace que tengamos un poder adquisitivo mayor que alguien casado y con hijos. Entonces ese podría considerarse quizá un elemento de la “cultura gay”.

Y en todo orden de cosas pueden establecerse patrones, o sea, por ejemplo, los santiaguinos, los sudamericanos, los profesores, los médicos, los exiliados, etc.. No se trata de forzar o encasillar a la gente, pero no se puede negar que se pueden identificar patrones estadísticos, que pueden usarse tanto para fines económicos como cualquier fin en general.

Así que puedo decir que finalmente, quiéralo o no, yo soy parte de la cultura gay. No seré un gay prototipo ni mucho menos, y quizá muchos se avergüencen de tenerme entre sus filas, pero es un hecho que se me quema el arroz. Podrán decirme que soy un gay cobarde, que no se hace hombre y se asume de una vez, pero yo no me voy a ofender con eso. Simplemente soy un gay que no se siente cómodo siéndolo y que busca cambiar dicha condición. Un gay resentido, si quieren.

2 Comments:

At 12/15/2005 9:01 p. m., Blogger Unknown said...

todo lo que tú seas o hagas es parte de tu identidad, lo que te gusta y lo que no te gusta de tí, lo que puedes controlar y aquello sobre lo cual no tienes control alguno

los gays son tan diferentes como lo son las personas en general, aunque existan puntos en común en el área que sea

sabes cuando debes estar feliz contigo? cuando eres un buen hombre, no serlo, es lo único que debería generarte sentimientos autodestructivos, nada más

 
At 12/16/2005 1:03 p. m., Blogger thanatos said...

Yo nunca he tenido algún drama con mi homosexualidad. Y siempre he dejado en claro que el yo sea gay no es un tema. Mi homosexualidad es parte de mi identidad, y a diferencia de mi pelo, mis ojos, o mi color de piel, es algo que no puedo cambiar, algo que forma parte inherente a mí. Y si pertenezco a una “cultura gay”, ya que sigo ciertos patrones, pero de igual forma, también me diferencio en ciertos aspectos. Creo que ningún grupo es completamente homogéneo, siempre van a existir personas que difieran en algunos aspectos, pero que al final si se van a sentir identificados con cierto grupo social.

pd: “Yo misma” estoy siguiendo tus rastros… jejeje

 

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