Un post con un antes y un después

Este post temo que va a ser demasiado directo y demasiado hiriente, demasiado injusto. Muy descontrolado. Temo que me voy a ganar el que quienes me han apoyado opten finalmente por dejarme atrás, porque no tiene sentido que su propia dignidad se vea insultada por un mediocre infantilista, como me han calificado, pero ahora dudo de cuan acertada es esa calificación.

Ha habido otros posts como éste, y ustedes han mantenido su apoyo. Bueno, pues ahora pretendo que eso no siga así. No me permito seguir contando con lo que yo considero su misericordia. Si ya se les revolvió el estómago, mejor será que no sigan leyendo. Pero si el morbo les gana, no se quejen después. O quéjense, bueno, mejor mándenme a la mierda de una.

Estoy enrabiado de nuevo. Dicen que es mi perfeccionismo obsesivo, y yo mismo me pregunto si realmente lo que busco es ser feliz o tener la razón, salir victorioso en esta discusión. Pero creo que tener la razón para mí es más importante.

Lo siento, pero no puedo aceptar resignarme a adoptar el estilo de vida gay, la cultura gay, como le llaman algunos. Para mí es pretender dignificar un absurdo.

Yo reconozco que son personas valiosísimas, y no tengo el más mínimo reproche respecto a ustedes, todo lo contrario. Pero el punto respecto a lo gay no lo puedo dejar pasar.

Es un desajuste y es asqueroso. Después de todo este tiempo, después de tantos razonamientos con o sin sentido, después de tantas conversaciones, en este punto no he cambiado un ápice. Y aunque encontré los argumentos que me permiten comprender la decisión política de tolerar esta situación, dada la dificultad o imposibilidad de corregirla, esos argumentos los acepto para ustedes, pero no los acepto para mí. Sí, y eso quiere decir que en cierta forma los miro en menos, porque se conforman con una situación que es un desajuste. Puedo pensar que son inteligentes, que se adaptan a las circunstancias, que tienen la humildad de “jugar las cartas que les tocaron”, pienso que son tremendas personas en un sinfín de aspectos, pero no puedo evitar en cierta forma mirar en menos el hecho de que se conformen con la situación. Yo no me conformo, y al mismo tiempo me pregunto si es posible tener razón y que ello me haga tan infeliz, tan frustrado. Pero creo que ahí está el punto. Ustedes son humildes en resignarse a esta situación, pueden decir que son sabios si quieren. Pero yo no comulgo con esa sabiduría, para mí es resignarse, sí, resignarse, no es otra cosa.

Creo que estaba acumulando tensión para poder llegar a decir esto, pero ya llegó al nivel necesario. Estoy conciente del riesgo de dejar de contar con su apoyo y de estarlos dañando, pero ya no quiero seguir con el doble estándar de estar pensando esto por dentro y no decírselo a ustedes.

Lo políticamente correcto se había infiltrado en mi blog, pero aquí ya fue derrotado.

¿Estoy escribiendo esto para captar mayor atención en mi blog? Alguien me comentó que finalmente de eso se tratan los blogs, de recibir atención. Bueno, pues ya me cansé de la hipocresía que estoy teniendo hacia ustedes. Me voy a mandar a mí mismo a la mierda, porque quizá eso es lo que me merezco por mi soberbia, y porque creo que ustedes para nada se merecen irse a la mierda, pero yo no me voy a resignar.

No le encuentro mucho sentido a decir que al mismo tiempo les agradezco el apoyo que me dieron, y que yo estoy disponible para apoyarlos en cuanto me sea posible, porque después de lo dicho arriba dudo que se vayan a sentir cómodos para pedirme cosa alguna. Pero así es. Estoy y estaré disponible para apoyarlos dentro de mis posibilidades, porque a pesar de todo, no podría negar la buena intención que ustedes tuvieron hacia mí, y como tal la valoro.