Regalos

Fin de año. Cierre de ciclo. Mirada hacia atrás en perspectiva, mirada hacia adelante. Decantando las experiencias. Sintiéndome agradecido, de haber entrado a la blogsfera y haber llegado a conocer a tantas personas tan valiosas.

Suelo ser frío en muchas circunstancias. Hay costumbres que me resultan tan absurdas, sin sentido, o al menos yo no las siento, o no las entiendo. Pero afortunadamente me han caído varias tejas a través de los años, y especialmente ahora último.

Por ejemplo, me cuesta mucho hacer regalos. Me desagrada tener la presión de cumplir con una especie de regla social. El sólo hecho de sentirme así anula la incipiente intención que yo pudiera tener de hacer un regalo. Y muy pocas veces me viene esa inspiración en forma espontánea. E incluso cuando me viene, entonces me desespero cuando no tengo una idea clara de cuál sería el regalo apropiado, el regalo que refleje fielmente mis sentimientos hacia la persona. Muchas veces he hecho los regalos más desatinados del mundo. Algunos, por ejemplo, fueron regalos poca cosa; otros fueron caros pero inútiles. Y es tan frustrante no apuntarle al regalo indicado, muy frustrante, porque no se transmite correctamente el mensaje, y se presta para malos entendidos.

También me desagrada eso de no tener que quedar mal con nadie. O sea que con todos hay que cumplir de igual forma. Es apestoso. Yo en general trato de llevarme bien con la gente, porque creo que es muy conveniente para todos transmitir buenas vibras, pero tampoco quiere decir que uno desarrolle una especial empatía o afinidad con todo el mundo. Entonces me siento incómodo cuando algunas personas a veces sienten que yo sí tengo afinidad con ellas, y resulta que en el fondo no es así. No es por despreciar a la otra persona, pero tampoco me quiero sentir falso en presentarle una fachada que no es como realmente me siento respecto a ella.

A veces me despierto inspirado, agradecido del mundo, pensando que todo tiene solución, que sólo hay que trabajar para lograrlo; pero otras veces no es así, y lamento cuando por ejemplo uno tiene que saludar a alguien o compartir con alguien, y uno anda de malas.

En fin, en resumen me siento agradecido, y tengo la intención de hacer algunos regalos, pero me desagrada que se pudiera generar resentimiento o distanciamiento con quienes no les haga yo un regalo. Y también me desagrada pensar que a quienes me gustaría hacerles un regalo, no logre pensar en el regalo apropiado o termine regalando algo que se preste para malentendidos.

En fin, por estas cosas me complico a veces. Veremos si logro al menos apuntarle en algunos casos.

El tema de recibir regalos es aun más enrollado :S. Quedará para otro post.