The Time is Now

2005/11/15

En cualquier caso, tendré que ser humilde para avanzar

El blogger más cara dura. Porque dura hay que tener la cara para sostener en persona, cara a cara, con el mismo énfasis y términos directos, lo que se ha conversado por chat a calzón quitado. Me confronta muy duramente con mis ideas y percepciones. ¿Qué es la identidad? ¿Qué es lo correcto? ¿Acaso no todos hacen muchas cosas incorrectas en su vida? ¿Por qué no me animo yo? ¿Por qué si muchos son personas de valores y actitudes mucho menos rescatables que los míos, voy yo a privarme de satisfacer mis impulsos? ¿Acaso aspiro a la santidad o es sólo temor al rechazo, cobardía?

No me remece desde el punto de vista racional, pero que tiene cojones, los tiene; y que yo no los he tenido, no los he tenido.

Ese es el punto central que tocábamos con mi doc hoy. En sus palabras, tengo una mecánica infantil primitiva: “Yo debo ganar. Si veo que no voy a ganar, me retiro del juego simulando que no me interesa.” Esta mecánica sería en gran medida el motivo, entre otras cosas, por el cual mi experiencia sexual es nula. Porque la intimidad sexual, valga la redundancia, yo la considero algo muy íntimo. Digamos, no es como probar un plato de comida. Hay mucho más en juego que quemarse la lengua. Es exponer la fibra. Y entonces, siendo algo tan sensible, no estoy dispuesto a ceder el control, que mi felicidad dependa de otra persona. Ante la más mínima posibilidad de que algo salga mal, me he abstenido. Y según mi doc, este mecanismo está a un nivel incluso anterior a la orientación del género sexual. De hecho estoy pensando seriamente que en mi caso la atracción homo se origina en buena medida por narcisismo.

Bueno, mi reconocimiento al blogger más cojonudo en vivo y en directo hasta el momento, y eso con 15 cm menos de estatura que yo.

Para variar, mi doc me devuelve la pelota, o como él dice, nunca la ha tenido él. Ahora resulta que le pregunto del plan y los plazos y me dice que yo tengo que elaborar una Gantt indicando los pasos siguientes y los plazos asociados. Hm... No me gusta la idea. Creo que el no planificar me ha permitido disfrutar más las cosas que he ido haciendo este último tiempo. El que se me ocurran cosas y ponerme a hacerlas, sin sobre analizarlas, ha sido bien interesante, y reconozco que gratificante. Pero creo que eso está lejos de ser espontáneo, creo que de seguro es mi subconciente que lleva las riendas, y yo simplemente le estoy dando espacio. Sin embargo, me inquieta preguntarme hacia dónde pueda estar llendo.

OK, veamos los escenarios. Yo he sido un tipo extremadamente ególatra, y habiendo yo considerado inicialmente la homosexualidad como algo extremadamente negativo, me resistí a aceptar públicamente y resignarme a esa situación. Si pienso que pudiera inclinarme hacia una mayor humildad y aceptar que, como todo el mundo, mi vida incluye situaciones con las que no estoy (tan) conforme, pero son lo que “me tocó” vivir, claramente el tema va enfilado a la famosa “aceptación”, porque ya he desestigmatizado en forma importante la homosexualidad; aunque sigo pensando que es un desajuste. Pero en la humildad estaría la aceptación, que visto de fuera me parece virtuoso, pero tratándose de mí mismo no puedo evitar sentirlo como una derrota, un verme obligado a conformarme con algo en mí que no es “como debiera ser”, según yo veo las cosas. Sería sentirme tan común y corriente como cualquiera, a diferencia de lo especial que siempre me he querido sentir y de hecho me he sentido.

Ya hice de abogado del diablo contra mí mismo y, aunque me desagradó reconocerlo, con ello dejé en entredicho algunas de las convicciones que yo conisderaba inamovibles respecto a que mi decisión es irrevocablemente cambiar a hétero.

Pero aún queda soberbia en mí, y por lo tanto aún me resisto a “perder”, a “resignarme” a “aceptar” que la homosexualidad es algo con lo que simplemente tengo que “aprender a vivir”. Dejaría de ser Superman, para ser tan solo un ser humano, con sus defectos y virtudes, como todos; pero ahí es cuando soy menos que los demás, porque no tengo la humildad de aceptar la situación y la nobleza los cojones para enfrentar al mundo a pesar de mi condición. Y digo “a pesar” porque la sigo viendo como un inconveniente, y porque también en varios otros bloggers vi que existía esa preocupación, esa inquietud, el sentir que es algo que juega en contra, que hace las cosas más cuesta arriba.

Qué desagradable. Eso de ser humilde y noble siento que no va conmigo. A mí me gusta que las cosas me salgan perfecto y a la primera.

Ahora, si considero el escenario de cambiar a hétero... No sé. Realmente es una pretensión que nace en mi soberbia, del no aceptar que algo en mí no sea como debe ser, como algo valorado positivamente por la sociedad; sino lo contrario.

Considero el escenario final que plantea mi doc como factible en esta línea, y la verdad que tampoco me deja contento. ¿Cómo es eso de que la atracción homo se va a mantener y voy a tener que estar permanentemente “controlándola” en forma conciente? O sea... ¡es estresante! No, eso tampoco me satisface.

¿Y no hay otros escenarios? Bueno, al menos esos son los que mi doc me ha planteado; pero mi soberbia no acepta ninguno que signifique sacrificar algo, que sea menos que el ideal no-desajustado, aprobado y admirado por la sociedad. ¡Qué arrogante! ¿no? Bueno, pero así soy yo, lo reconozco. Pero también me doy cuenta que si no cedo en uno u otro sentido, el nudo ciego no se va a liberar.

2 Comments:

At 11/15/2005 10:27 a. m., Blogger ED said...

Parece que volviste peor que antes. Me recuerda a los clásicos textos de un blog que cerró.
Bájese de la nube. que así como hay miles de personas peores que tú, hay miles de millones muchi mejor. Tay compitiendo solo y llegando segundo. Pero bue..

Acuérdate qué le pasó a Superman.

 
At 11/15/2005 11:31 a. m., Blogger Remus said...

Por lo visto te retaron harto.
¡Notable!
Abrazo

 

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